Es decir, la señal no indica la verdad. Me engañó o me dejé engañar por las ganas que tenía que llegar. A partir de ese día cada vez que subo el puerto ya no le presto atención.
Seguro que todavía engaña a algún incauto como yo, pero si ese es su objetivo, triste vida la de esa señal.
Aquí una ruta que sube al Puerto de Echauri.
Más detalles de la ruta aquí
Buenas tardes Fernando. Muy triste vida, a ver si en Obras Públicas toman nota y enseñan y obligan a decir la verdad. De tal palo... Un abrazo.
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