Estaban en el medio del camino. Nada menos que cuatro burros, ya no son animales que se vean muy a menudo. Me paré a fotografiarlos y en ello estaba cuando apareció el dueño de los équidos.
El dueño me contó la historia de los animales y luego me dijo muy convencido: -"Son buena gente."
Es verdad que lo único malo que oído de los burros es que son tercos. Y sin embargo tiene su razón porque es debido a su instinto de supervivencia ,que lo tienen muy desarrollado: Es muy difícil que un burro haga algo que vaya contra sus intereses o su seguridad. Algo que me parece del todo normal.
Los burros los encontré en las pistas que discurren hacia el pueblo de Soauren, esta es una ruta que si hay un poco de suerte se pueden encontrar.
Para más detalles pinchar aquí
